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 Seor, he tomado medidas para prevenirlos. La xenofobia siempre est dispuesta a
atacar, y eso  sealó el periódico desatar las pasiones de muchos.
El ministro se levantó y comenzó a recorrer su despacho de un lado a otro. Wes
Robbins se limpiaba las uas con una navaja. MacClure se volvió sbitamente hacia Kiku.
 Mira, Henry  le dijo , no creas que vas a amedrentarme.
 Yo, seor ministro?
 S, t! Sabes muy bien que si damos a la prensa todos esos detalles innecesarios, el
alboroto que habr en el Consejo podr orse desde Plutón. La Conferencia Tripartita
podra tener resultados desastrosos.  Calló un instante para tomar aliento . Pues bien,
no vas a tener esa oportunidad, porque... quedas despedido! Me entiendes?
Despedido!
 Muy bien, seor ministro  dijo Kiku, dirigindose a su oficina. En ese momento, Wes
Robbins se levantó y dijo:
 Un momento, Henry. Oye, Mac...
 No me llames Mac  saltó el ministro y no te metas en esto. Es un asunto oficial.
 No te muestres tan estirado conmigo  le dijo Robbins, irónico . Hace mucho que te
conozco, si bien entonces me gustabas, lo que no puedo decir ahora. Dime, por qu
tienes tanto empeo en perder tu puesto?
 Cómo se te ocurre...?
 Qu crees si no que ocurrir cuando Henry hable con los periodistas?  aadió
Wes.
 Cómo?  exclamó MacClure . Henry, te prohbo que...
 Puedo decir algo?  intervino Kiku . No tengo la menor intención de hablar con la
prensa. Sólo quera hacer ver que mantener a la gente informada puede ser desastroso.
Esperaba evitar mas indiscreciones por su parte, seor, mientras se reparaban los daos.
 De veras?  dijo el ministro . Lo siento Henry, me precipit. Olvida lo que he dicho
y...
 No, seor ministro, lo siento  dijo Kiku, framente . No resultara.
En ese momento, volvió a intervenir Robbins.
 Henry puede ser un hombre honrado y leal  dijo , pero yo no lo soy. Pienso
decrselo todo a la prensa a menos que presentes la dimisión, Mac, y rectifiques tus
declaraciones de ayer.
 Si se es tu plan, Wes, ya puedes salir de aqu inmediatamente. Declarar a la
prensa que tuve que echaros a los dos por deslealtad e incompetencia.
 Lo esperaba  dijo Robbins fieramente . Tu cabeza caer de todos modos, pero
puedes largarte honrosamente o por las malas. Si digo todo lo que s, el secretario
general te echar a los lobos.
MacClure lo escuchó sin interrumpirle:
 Sólo tienes una opción  prosiguió Robbins . Presentar ahora tu renuncia, que no
se har pblica hasta dentro de dos semanas, en que estar solucionado el problema de
los hroshii. Y desmentir la noticia que diste ayer a la prensa.
 Est bien  repuso MacClure mansamente.
A Greenberg le haba costado mucho convencer a la seora Stuart de que ella y John
Thomas le acompaasen a la Capital. Pero cuando volvió a la maana siguiente, vio que
no era bien recibido. La seora Stuart le mostró el periódico.
 Y bien, seor Greenberg  le espetó , que tiene que decirme?
 Seora Stuart, ya sabe como son los periódicos. La noticia no tiene ningn
fundamento. No se ha hablado en absoluto de rehenes y...
 Mire, seor Greenberg, sabe que acced a regaadientes. Pero usted me ha
decepcionado. Esto es un complot para entregar a mi hijo a esos monstruos.
 Mam  le interrumpió Johnnie , no seas absurda.
 Cllate, John Thomas. No hay ms que hablar.
Fue imposible toda discusión.
Greenberg se dirigió a su hotel. Pensaba telefonear a su jefe, pero decidió que a l no
le gustara saber que no era capaz de solucionar el asunto por s mismo.
Una vez en su habitación, el jefe Dreiser le telefoneó. El joven Stuart haba
desaparecido, y su madre pensaba que podra encontrarle all. Dreiser le recordó que era
un ciudadano  pese a la importancia de su cargo , y que como tal poda ser perseguido
por la ley.
 Jefe  repuso entonces Sergei , si me encuentra haciendo algo ilegal, no tiene ms
que cumplir con su deber.  Lo har, seor. No lo dude.
Y colgó.
De nuevo sonó el telfono, y Sergei se halló ante el rostro de Betty Sorensen, que le
sonrea.
 Le habla la seorita Sorensen  dijo.
 Cómo est, seorita Sorensen?  repuso Greenberg.
 Bien, gracias, aunque muy ocupada. Ver, tengo un cliente, el seor Brown, que ha
sido requerido para hacer un viaje. La cuestión es que tiene un amigo en su ciudad de
destino y desea saber si podr verlo.
Greenberg pensó un momento y dijo:
 Dgale al seor Brown que lo ver.
 Bien  repuso Betty . Cundo pasar a recogernos su piloto?
 Es mejor que hagan el viaje con una lnea comercial. Por el dinero no se preocupe, le
har un prstamo personal. A usted, no al seor Brown.
 Oh, estupendo  dijo Betty.
Greenberg esperó dos horas y llamó a la madre de Johnnie.
 Seora Stuart  le dijo , he odo que su hijo ha viajado a la Capital por su cuenta.
 Esperó a que se calmara y aadió : Quiere acompaarme all? Mi nave es ms
rpida que las comerciales.
Media hora despus salan hacia la Capital de la Federación.
El seor Kiku recibió primero a John Thomas. Lo trató como a un igual, pese a que
tena edad suficiente para ser su abuelo. Le explicó que Lummox no deseaba volver sin
l, y que era muy importante que regresara tanto para los hroshii como para la Tierra.
Johnnie dijo, divertido:
 Es curioso que sea tan indispensable para ellos y que yo haya estado dominndole
todos estos aos.
 En cualquier caso  aclaró Kiku no voy a pedirte que evites una posible guerra.
Queremos establecer relaciones amistosas con los hroshii. Qu te parecera ir con
Lummox a su planeta? No necesitas contestar ahora. [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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